jueves, 4 de diciembre de 2014

Circuitos integrados

La idea de un móvil flexible no tendría sentido si todas sus partes no tuviesen esta característica, por ello no solo debemos trabajar en los elementos externos del dispositivo si no también en los internos.
Se ha desarrollado una forma de colocar circuitos integrados en materiales flexibles y elásticos sin perjudicar la funcionalidad del microchip.
Consiste en 'adelgazar' un microchip corriente de 725 micrómetros hasta llegar a solo 30 micrómetros utilizando un proceso convencional de afilado. Puede parecer algo muy extremo pero el proceso no afecta para nada al rendimiento del microchip.
Uno de los principales problemas es que a pesar de que hacer el chip sea tan delgado posibilita que sea flexible, el material es todavía demasiado frágil por lo que no sería lo suficientemente resistente.





Teniendo en cuenta que ésto es aun un desarrollo muy temprano por lo que los avances son muy buenos.

Una gran sorpresa

Durante una prueba de resistencia de la pantalla del móvil en el cual intentamos rayar la pantalla. Para nuestra sorpresa la propiedad de autoreparación del grafeno nos dejo sorprendidos al no esperar este resultado. Tras un gran esfuerzo, recordad que el grafeno es 100 veces más duro que le hierro y 2 más que el acero, hemos conseguido rayar la pantalla, pero al cabo de un rato el arañazo no estaba, ¡había desaparecido!. Esto es un dato muy interesante pero tendremos que ver como influye los daños producidos también al táctil, no solo a la pantalla.

martes, 2 de diciembre de 2014

Diseños para móviles de grafeno

Estamos investigando en el desarrollo de diversos diseños para los dispositivos móviles de grafeno, y estamos barajando varios modelos. Por ejemplo:

Este modelo que se enrollaría alrededor de la muñeca y podría desplegarse para ser utilizado como un mini ordenador personal, que puede ser enrollado de nuevo para ocupar el mínimo espacio posible.

              

También hemos pensado en éste modelo que se despliega del interior de una pulsera sin la necesidad de quitarlo de nuestro brazo y abrirlo para acceder a algunas de sus aplicaciones.

                                                

Los altavoces del móvil, un gran problema

A la hora de añadirle los altavoces al móvil nos hemos visto en un gran dilema. Ese dilema es si añadirlo en el soporte extraible o en los marcos de la pantalla. Hay varias investigaciones sobre altavoces flexibles pero el problema es que esta en desarrollo y los fallos que puedan producirse por su prolongado uso no corregirlos aun. Vamos a trabajar duramente apoyando a Fujifilm, es una empresa de Tokyo que está trabajando en este campo. La única solución por ahora es trabajar duro con esta empresa para desarrollar los altavoces antes del lanzamiento del móvil, en el caso de que no se consiguiera obtener los altavoces, pondríamos los altavoces en la base extraible y pondríamos una conexión bluetooth en la base para darle un buen uso a los altavoces. Y ya más adelante sacaríamos la versión con los altavoces en los marcos de la pantalla.

¿Una batería a base de azúcar es posible?



Un equipo de investigadores de Virginia Tech ha desarrollado una batería que funciona con azúcar y tiene una densidad de energía sin igual, según han explicado sus autores. Los expertos creen que este hallazgo podría reemplazar a las baterías convencionales ya que éstas son más baratos, rellenables, y biodegradables.
Aunque se han desarrollado otras baterías de azúcar, ésta tiene una densidad de energía de un orden de magnitud mayor que las demás, lo que le permite funcionar más tiempo antes de tener que repostar, ha explicado uno de los autores principales del estudio, Percival Zhang. A su juicio, esta batería podría ser una realidad en unos tres años, para aplicar en teléfonos móviles, tabletas y los otros aparatos electrónicos.




Para llevar a cabo este avance, el equipo de expertos construyó una vía enzimática sintética, no natural, que permite utilizar todos los potenciales de carga del azúcar para generar electricidad en pilas de combustible enzimáticas, que se utilizarán en lugar del costoso platino habitual en las baterías convencionales.
Como todas las pilas de combustible, la batería de azúcar combina combustible -en este caso, maltodextrina, un polisacárido a partir de la hidrólisis parcial del almidón- con aire, para generar electricidad y agua como los principales subproductos.

Biodegradable

A diferencia de las células de combustible de hidrógeno y pilas de combustible de metanol, la solución de azúcar de combustible no es ni explosiva, ni inflamable y tiene una mayor densidad de almacenamiento de energía. Las enzimas y los combustibles utilizados para construir el dispositivo son biodegradables.

"El azúcar es un perfecto almacenamiento de energía existente en la naturaleza, así que es lógico que queramos aprovechar ese poder natural para crear una batería que, además, es respetuosa con el medio ambiente", ha apuntado el científico, cuyo trabajo ha sido publicado en 'Nature Communications'.
Sólo en Estados Unidos, miles de millones de baterías tóxicas se desechan cada año, lo que representa una amenaza para el medio ambiente y la salud humana, de acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental. El trabajo de Zhang podría ayudar a evitar que cientos de miles de toneladas de baterías acaben en los vertidores.

Resistencia de los móviles de grafeno


Recientemente hemos creado una serie de pruebas que demuestran que el grafeno se comportaría mejor que el kevlar en chalecos antibalas. La dureza del material es impresionante para su reducido peso.

Hasta ahora demostrar esa dureza en esa aplicación con balas era difícil por las propiedades de los materiales y las características de este tipo de impactos. Sin embargo realizamos unas pruebas con una serie de pulsos láser que simulaban aproximadamente el disparo a una tercera parte de lo que saldrían las balas de un rifle M16.

El resultado fue que las láminas de grafeno contra las que se realizó el impacto disipaban la energía cinética de una forma que hacía que esa resistencia a las balas fuera del doble que la del kevlar. De hecho, afirmamos que en esos experimentos, el grafeno soporta 10 veces la energía cinética que soporta el acero.

¿Imagináis un móvil tan resistente como para soportar un disparo sin inmutarse? Podríamos despedirnos de las fundas de goma protectoras, de pantallas rotas por caídas, y cualquier otro problema relacionado con la integridad física del teléfono.






¿Qué beneficios tiene los móviles creados por partes?






El motivo de construir un móvil componente a componente es doble. Por un lado, deja en manos del usuario la elección de cómo será su teléfono y qué podrá hacer, asumiendo que no todo el mundo utiliza de la misma forma su móvil: unos necesitarán más memoria, otros querrán una cámara más potente o una batería extra... Esto podría reducir el precio de los smartphones, al dejar fuera componentes que el usuario no piensa utilizar. Además, cada uno decidiría qué fabricante le convence más: uno más respetuoso con el medio ambiente, o que sea de su localidad, o que trabaje con materiales concretos... Las posibilidades pueden ser muy amplias.




Por otro, se alarga la vida útil de los smartphones ya que será posible cambiar las piezas que vayan quedando viejas o inservibles sin tener que comprar un móvil nuevo, igual que se puede hacer ya con los ordenadores. Esto de nuevo sería una fuente de ahorro para el usuario, y también supondría generar menos residuos electrónicos.


“Queremos hacer por el hardware lo mismo que Android ha hecho por el software: crear un ecosistema vibrante para terceras partes, eliminar las barreras para entrar, acelerar el ritmo de la innovación y acortar sustancialmente los tiempos de desarrollo”.

Para conseguirlo está poniendo en marcha una plataforma abierta y libre que pronto se pondrá a disposición de los desarrolladores para que creen esos módulos integrables, al más puro estilo Lego. Por lo que sabemos de momento, el terminal contará con una base o endoesqueleto en la que se irán insertando los distintos componentes. “Un módulo puede ser cualquier cosa: desde un procesador de aplicaciones, una pantalla o una batería extra a un oxímetro de pulso o incluso algo que no haya sido inventado aún”.